“… una humanidad tan heterogénea culturalmente, pero tan homogénea en las emociones básicas…” Andy Stalman.
“Por alguna razón, trabajamos en la técnica antes de preocuparnos por añadir felicidad”. Seth Godin.
Esta mañana he tenido la oportunidad de tener una agradable e interesante conversación con un directivo de una importante empresa de servicios profesionales. Hablábamos de la evolución (o más bien REvolución) que su negocio está experimentado y que continuará en los próximos años. Al final yo le decía que hoy en día es imposible abordar un proyecto empresarial o modelo de negocio que no integre dos aspectos esenciales: abrazar la tecnología y la digitalización del mundo, por un lado, y llenar nuestro trabajo de humanidad, siempre y por todos los medios.
Una empresa o un profesional no puede estar ajeno a la tecnología y como ésta puede darnos la oportunidad de ofrecer un mejor servicio, llegar a un mayor número potencial de clientes, aumentar el reconocimiento de nuestra marca personal y/o empresarial, comunicarnos bidireccionalmente y establecer conexiones valiosas en un contexto global .
La otra cara de la tecnología es la automatización y simplificación de un sinfín de tareas que hoy realizan mucho más rápido y con mayor precisión los ordenadores. Competir en “conocimientos” con google es una batalla perdida y el universo de lo “gratis” es una realidad entre otras cosas, gracias a internet y las nuevas tecnologías (modelos de negocio gratuitos, freemium…). Nadie estará dispuesto a pagar por algo que puede descargarse gratuitamente de internet.
Pero en contra de lo que auguraban las películas futuristas de hace unos 20 años, no estamos dispuestos a alejarnos de los demás, a renunciar a nuestras emociones y a alimentarnos con pildoritas de colores que incluyen todos los nutrientes esenciales para la supervivencia (que no para la “vivencia”).
Las empresas que se orienten de verdad y sin ningún género de dudas al servicio a los demás serán las triunfadoras. Humanidad como sinónimo de prestar atención, estar presente, escuchar, contestar, CUMPLIR, superar, innovar, cocrear, liderar, inspirar… pero también de expresar valores congruentes y coherentes con nuestra propuesta de valor.
¿Por qué rechazamos el SPAM y el contenido impersonal?, ¿por qué no queremos hablar con una máquina cuando tenemos un problema con una compañía?… Si la tecnología no va acompañada de humanidad, nos aleja en vez de acercarnos, no la aceptamos.
Nuestro reto, como profesionales y como empresas, como MARCAS, es aprovechar la tecnología para facilitar nuestro trabajo y la vida de nuestro cliente al mismo tiempo que nuestra capacidad de dar un servicio humano y emocional marque la diferencia y diferencie la marca.